Niños tenek
Don Pablo aprendió solo a tocar el arpa que el mismo construyó, afina cuerda por cuerda, con una mano toca la melodía y con la otra el acompañamiento. Lo acompaña Don Antonio que toca un violín muy pequeño llamado rabel. En las fiestas tocan día y noche, mientras los demás bailan. Don Pablo es el último arpero de su comunidad y quiere enseñar a los jóvenes para que no se pierda la tradición.